Conocida por su poder para limpiar los poros, la arcilla tiene la capacidad de exfoliar, absorber el exceso de grasa, limpiar la suciedad y las impurezas para destapar los poros y revitalizar la piel. El uso regular de productos de arcilla, como las mascarillas de arcilla, puede ayudar a eliminar las células muertas de la piel, los desechos y las impurezas de los poros para lograr una tez más pura. Este ingrediente generalmente se formula como un tratamiento lavable que también ayudará a mejorar la circulación y restaurar un brillo natural y saludable en la piel. Las arcillas son sustancias minerales blandas y de grano fino, todas las cuales se presentan en diferentes tipos que varían en composición según el origen. Si bien las propiedades de cada arcilla varían, se usan más comúnmente en el cuidado de la piel debido a sus propiedades de absorción. Cuando se aplica sobre la piel, la arcilla puede extraer la grasa de la piel, dejándola equilibrada y limpia. En general, las arcillas son mejores para los tipos de piel normales a grasos porque se enfocan en la oleosidad y ayudan a mantener a raya el brillo del mediodía.